LA HERBOLARIA: NUTRICION, PLANTA Y SALUD. Un espacio digital que tiene por propósito promover conocimientos y cultura de salud a fin de alcanzar una vida saludable.

domingo, 5 de julio de 2015

El hereje trovador que retrata la Cuba de hoy


Carlos M. Álvarez
Especial para BBC Mundo

En Cuba, al principio, la gente escuchó a Ray Fernández sin saber que era él. Un buen síntoma este de posteridad. Si tu obra debuta antes que tú mismo, y si su difusión no depende exactamente de ti, es probable que tu obra también continúe cuando tú ya no estés.
Corrían los primeros años de los 2000, y la gente empezó a corear La Yuca.
No conocíamos al autor –llegaron a adjudicarle la autoría al trovador Frank Delgado, quizás por su merecida fama de cronista social–, pero el tema sí resultaba bastante familiar.
null
Una alegoría, a través de ciertas costumbres y semántica taína, de la situación económica, política y social que vivíamos los cubanos en el momento.
Y que todavía vivimos.
Cuando La Yuca se expandió, Ray Fernández no pasaba de ser un cocinero de restaurant aficionado a la música.
Pero tan, tan aficionado, que acostumbraba a dejar la cocina y tocar un rato con los grupos tradicionales que a ritmo de boleros y sones montunos amenizaban las comidas de los turistas de ocasión.
Todo hasta que, en una distracción, se le quemaron de un golpe cuarenta pollos y la administración decidió ponerlo de patas en la calle.
null
Durante un par de años, Ray estuvo recorriendo la madrugada del malecón habanero de arriba a abajo, ganándose los frijoles con una guitarra a cuestas, sin acompañantes, y con ese desenfado tan suyo que le permitía presentarse ante cualquier desconocido y soltarle sin preámbulos un par de temas de su autoría o de la llamada "década prodigiosa".
Paralelamente, a través de la revista El Caimán Barbudo, y su fuerte movimiento de promoción de la trova, fue dándose a conocer.
Se presentó en peñas, viajó a provincias, grabó un disco. No muy difundido, pero disco al fin.
Sin embargo, a Ray Fernández le hacía falta comer. No solo de musas y de longinas vive el trovador.
Para 2009, se presentó en varios clubes como el Diablo Tun Tun, en la Casa de la Música de Miramar, y decidieron otorgarle un voto de confianza.
En resumen: esa es hoy, y lo es desde hace varios años, la más espectacular descarga de toda La Habana.
Una legión de fieles peregrinos acude, cada jueves en la tarde noche, a la cita con un artista que es muchos artistas a la vez.
null
Ray Fernández parodia, hace décimas, improvisa con el pie forzado más inaudito, canta temas de El Puma, de Roberto Carlos, de Cheo Feliciano, de Silvio Rodríguez, de Led Zeppelin. Toca lo que sea.
Pasa del rock, al son, al tango. Habla en lengua vasca. Se quita la camisa y golpea su barriga como si fuese un tambor. Usa sombreros charros y se moja con el tema político como nadie. Él mismo se reconoce como un clown.
Ha ido a la televisión, pero dice no gustarle.
Primero porque terminaron censurándolo. Y segundo porque para ir a la televisión tiene que adaptar sus tiempos a los tiempos de la televisión, y no le parece que eso sea correcto. Tiene que maquillarse, llegar con antelación, ensayar y repetir, y lo peor: despertarse de día.
null
Quizás si los programas fuesen de madrugada, que es la hora en que Ray Fernández más despierto está, los espectadores cubanos lo viesen más. Pero Ray encarna al arquetipo del bohemio: es el Toulouse-Lautrec de la trova cubana actual.
Por otra parte, no hay en él ese dejo afectado que suelen llevar encima muchos trovadores de su generación. Todos mordidos por el virus de Silvio Rodríguez, tragados por su influencia. Todos queriendo sufrir, o reflexionar, más de la cuenta, creyendo que poetizar es aburrir.
Así, tranquilo, entre un chiste y otro, Ray ha musicalizado poemas de Lezama Lima, Gastón Baquero y Eugenio Fiorit. También de Miguel Hernández, casi un Dios para él.
Pero el mayor mérito suyo ha sido otro: pasar lista pormenorizada de los conflictos, esperanzas, estrecheces y premuras de la realidad cubana de los últimos 15 años.
null
Con canciones como BucaneroEl gerenteMatarifeEl obrero o la propia La Yuca, se ha convertido en un acuciante cronista social del momento. El testimonio más fidedigno de la Cuba reciente se encuentra en sus acordes.
Por ahí pasa el dirigente arribista, el trabajador social que de buena fe le explica al exconvicto por qué no puede comer carne de res, el exconvicto que argumenta por qué es que mata al vacuno, el despropósito entre el salario promedio del cubano y los precios en las tiendas, e incluso el cacique "que tiene el power absoluto".
Para hacernos una idea de quién es Ray Fernández, basta una anécdota.
Una madrugada, después de tres cervezas, logra escapársele a su mujer. Su mujer lo ha venido vigilando durante meses, porque Ray tiene una idea peregrina que a la mujer no le gusta nada.
Ray vive en Alamar, uno de los barrios periféricos de La Habana, y para este entonces ya ha salido en la televisión, ya ha grabado con Omara Portuondo, ya ha firmado contrato con la disquera EGREM, y es hasta cierto punto famoso.
La mujer, que a veces ha tenido que dormir junto a la puerta de la casa para que Ray no escape, quiere "meterlo en cintura", pero Ray suele moverse al límite. Y cuando nota que tiene el camino libre, sabe que debe aprovechar la oportunidad.
null
Agarra una Biblia, una sábana con un letrero del Ministerio de Salud Pública, y sale a la calle, en cueros. Así, leyendo versículos e improvisando monsergas, camina kilómetros al borde de la carretera Monumental, una de las principales entradas o salidas de La Habana.
Y este artista, que es muchos artistas a la vez, es ahora el loco de remate al que todos los choferes le aprietan la bocina del auto y al que todos los transeúntes le gritan.
Él, invocando a Adán, se ríe de ellos. Predica.
Carlos M. Álvarez es un periodista cubano que escribe una columna semanal para el sitio OnCuba. También ha colaborado con revistas latinoamericanas como Malpensante y Gatopardo.

Por qué nos arrugamos y qué podemos hacer para evitarlo

Compartir

Arrugas
Dicen que nuestra piel cuenta la historia de nuestra vida.
El problema es que esa historia no siempre es precisa.
¿Por qué alguna gente se ve más vieja y otra más joven que la edad que tienen?
Encontrar la respuesta a esa pregunta podría ser la clave para tener una apariencia más lozana.
¿Qué dice la ciencia? ¿Qué es lo que hace que envejezca la piel? ¿Hay algo que hacer, sin someterse a la cirugía plástica?

¿Qué causa las arrugas?

GUÍA INTERACTIVA
  • ×
  • Epidermis

    ×

    Tu epidermis forma la capa exterior de tu piel: una barrera física resistente que protege tu cuerpo del mundo que te rodea.
    Tu cuerpo produce en promedio una nueva epidermis entera más o menos cada 60 días. Las células en la superficie de tu piel se descascaran y continuamente son reemplazadas con otras nuevas que están debajo.
    A medida que envejeces, la renovación de la epidermis toma más tiempo, por lo que se empiezan a notar cada vez más las marcas de la vejez.
  • Dermis

    ×

    Tu dermis es absolutamente crucial en el proceso de envejecimiento.
    Es alimentada por los vasos sanguíneos y contiene el colágeno y las fibras elásticas que mantienen tersa, firme y lisa la piel joven.
    La cantidad de colágeno y fibras elásticas en tu dermis disminuye con el paso de los años. Además, pierdes la grasa que está bajo los tejidos de tu piel.
    Como resultado, ésta pierde elasticidad, se afloja y empiezas a ver las señales reveladoras de las arrugas.
  • Colágeno

    ×

    El colágeno le da a tu piel su fuerza y elasticidad. Forma una compleja red en 3D de fibras.
    Hasta más o menos la edad de 40 años, tu cuerpo produce mucho colágeno de manera muy eficiente, pero después de eso, todo es deterioro.
  • Fibroblastos

    ×

    Los fibroblastos son máquinas de producir colágeno. En pieles jóvenes, también halan al colágeno, ayudándole a evitar que tu piel pierda su tersura y firmeza.
    Con los años, la producción de colágeno mengua y las conexiones entre los fibroblastos y el colágeno empiezan a fallar.
    El resultado es fácil de ver: más arrugas y más profundas.

Protégete del sol

¿Por qué?
Todos estamos conscientes del riesgo de quemarse con los rayos del Sol, pero ese es sólo uno de los peligros que ese astro representa para nuestra piel.
La luz del Sol contiene diferentes tipos de rayos UV y el efecto que estos tienen depende de su longitud de onda.
Las quemaduras son causadas por los rayos UVB (ultravioleta B), que queman la capa superior de la piel, pero no pueden penetrar hasta la epidermis o dermis.
Los rayos UVA tienen una longitud de onda mucho más larga, por lo que su efecto es más profundo: pueden degradar el colágeno que es el "adhesivo" de nuestro cuerpo, de manera que si se debilita en la piel, salen arrugas.
null
¿Qué hacer?
Simple: usa protector solar.
Pero no sólo cuando estés asoleándote.
Debido a que tienen una longitud de onda larga, los rayos UVA pueden traspasar vidrio, lo que quiere decir que el envejecimiento de tu piel puede estarse acelerando cuando conduces hacia la oficina o te sientas al lado de una ventana.
Asegúrate de que la botella de tu protector solar tenga cinco estrellas de protección contra los rayos UVA.

Come los alimentos correctos

¿Por qué?
null
Sólo respirar nos arruga.
Cada vez que respiras, una fracción diminuta del oxígeno que inhalas entra en tus células y ataca tu ADN.
Esas moléculas de oxígeno son conocidas como radicales (antes radicales libres). El daño que causan, especialmente a los fibroblastos productores de colágeno en tu piel, se acumula con el tiempo. Y causa arrugas.
¿Qué hacer?
Necesitamos respirar, así que por ese lado no hay opción.
Pero los científicos están convencidos de que si uno se alimenta de cierta manera puede reducir el daño que causan los radicales.
Estás son unas reglas claves a seguir:
Regla 1: Escoge colores vibrantes
null
Los tomates, por ejemplo, son una excelente fuente de un poderoso antioxidante llamado licopeno, que es el que le da su color distintivo y es también bueno para prevenir el estrés oxidativo que acelera el envejecimiento.
Regla 2: Decántate por frutas y vegetales con sabor amargo
null
Vegetales como el brócoli o los rábanos son una fuente rica de un tipo de antioxidante llamado glucosinolato. Consumir este tipo de ingredientes puede potenciar las defensas naturales de la piel.
Regla 3: Como mucho pescado azul o graso
null
El ingrediente vital en el pescado azul o graso como el salmón, las sardinas o el arenque, es Omega 3. Este ácido graso amortigua la inflamación en las células de la piel, lo que también ayuda a lentificar el estrés oxidativo.
Otros factores, como fumar, también pueden acelerar el envejecimiento de la piel.

Vigila el azúcar en tu sangre

¿Por qué?
Los científicos que exploran el vínculo entre el azúcar en la sangre y el envejecimiento de la piel han descubierto que la gente con altos niveles de glucosa se ven hasta dos años más viejos de lo que son.
¿Qué pasa? El exceso de azúcar en nuestra sangre se pega al colágeno en nuestra piel y hace que este último se vuelva más quebradizo, lo que implica que el proceso de reparación de la piel se torna más dificultoso. ¿El resultado? Más arrugas.
null
¿Qué hacer?
Nada demasiado drástico.
El azúcar sanguíneo se produce naturalmente cuando uno digiere comida y es una parte esencial del proceso con el que el cuerpo adquiere la energía que necesita para funcionar.
Pero al hacer ejercicio regularmente y cortar la cantidad de carbohidratos que comes puedes ayudar a evitar que los niveles de azúcar en tu sangre sean altos y las implicaciones asociadas con el envejecimiento de tu piel.
Si tienes una condición médica prexistente como diabetes, consulta a tu doctor.

Contenido relacionado